La fábrica Dass, proveedora de marcas como Adidas y dedicada al ensamblado de calzado deportivo, cerrará sus puertas en Coronel Suárez el próximo 20 de enero, dejando a cerca de 400 trabajadores sin empleo. Los afectados ya comenzaron a recibir cartas documento informándoles la finalización de sus contratos laborales.
El cierre de Dass marca un punto crítico en la industria del calzado en Argentina. La empresa, que ensamblaba productos destinados al mercado interno y exportaciones, anunció que todo su equipamiento será trasladado a la planta ubicada en El Dorado, Misiones. Este movimiento se suma a una tendencia preocupante de desindustrialización en el país, según denuncias del sector.
La postura del gremio
La Unión de Trabajadores del Calzado (UTICRA) emitió un comunicado alertando sobre las consecuencias de esta situación. “Adidas comienza a abandonar la Argentina debido a la desregulación brutal de la producción nacional y la apertura indiscriminada de importaciones”, expresó la organización. Desde UTICRA también se hizo un paralelismo con las políticas económicas de los años ’90 y la dictadura militar, destacando que esta dirección podría desencadenar un cierre en cadena de empresas.
El titular de UTICRA, Agustín Amicone, apuntó contra el gobierno de Javier Milei, asegurando que su plan económico está “liquidando la cadena productiva y la fuerza laboral argentina”, en contraposición al objetivo de “reconstruir los cimientos de la Nación” declarado por el mandatario.
Un futuro incierto
La industria del calzado y otras ramas de la producción nacional enfrentan un contexto de incertidumbre, con políticas que, según los trabajadores y expertos, favorecen las importaciones en detrimento de la manufactura local. El cierre de Dass en Coronel Suárez no solo afecta a los empleados despedidos, sino que también pone en jaque la economía de la región.
Reclamos y medidas
Desde el gremio aseguran que están llevando adelante gestiones ante los gobiernos nacional y provincial para visibilizar la gravedad de esta crisis laboral y productiva. Sin embargo, las soluciones aún no aparecen en el horizonte, dejando a cientos de familias en una situación crítica.
