Adiós a un ícono: «Papelito» se retira de los escenarios circenses

Con más de 60 años de trayectoria, “Papelito”, cuyo verdadero nombre es Carlos Brighenti, se convirtió en una figura icónica en la historia del entretenimiento popular argentino. A través de un comunicado, anunció que solo continuará haciendo sus programas radiales.

El payaso “Papelito”, cuyo verdadero nombre es Carlos Brighenti, figura icónica en la historia del entretenimiento en Argentina, dio a conocer una noticia que entristece por igual a grande y chicos: “He decidido retirarme de la actuación”.

A través de un comunicado, “Papelito” expresó: “Quiero decirles a todos mis amigos que no presentare más mi show en clubes, cumpleaños y peñas. He decidido retirarme de la actuación. Seguiré solo haciendo mis programas radiales. Gracias a mi público por tanto cariño durante tantos años y mi corazón agradecido”.

Su show, que combinaba humor, magia y entretenimiento para todas las edades, se convirtió en un clásico de la cultura argentina. “Papelito” se ganó el cariño del público gracias a su capacidad para conectar con las personas de todas las edades y su compromiso con la calidad y la originalidad de sus espectáculos.

Además de su trabajo en el escenario, Papelito también ha sido un pionero en la radio, con programas que han deleitado a audiencias durante décadas. Su dedicación a su arte y su pasión por entretener y hacer reír a la gente lo han convertido en una figura muy querida y respetada. Si bien no habrá más actuaciones en vivo, su legado continuará inspirando a nuevas generaciones de artistas y entretenedores, y su memoria permanecerá viva en el corazón de su público.

“En el circo hice de todo”

Brighenti nació en Norberto de la Riestra, partido de 25 de Mayo, y allí empezó toda su rica historia: «Yo quería hacer un circo. Tenía 26 años y no tenía recursos. Empeñé una guitarra que tenía y compré 100 metros de tela de esas de arpillera plástica con las que se hacen las bolsas. Y con unos palos de acacia que corté un montecito, hice mi primer circo. Esto fue en Junín. Yo empecé como actor de radioteatro hasta los 20 años. Cuando me tocó el servicio militar fui a revisación médica a Mar del Plata, me salvé por número bajo y volví a mi pueblo de donde me había ido cuando tenía 12 años. Todavía la veo a mi mamá paradita en la puerta esperando, son las cosas que tiene la vida: por querer ser artista muchas veces vos dejas la familia. La historia sigue, cuando yo vuelvo a casa, que viene una tía mía que trabajaba en un circo y me lleva para actuar. Los circos de antes eran casi todos circo teatro, como el mío, eran números de circo en la primera parte y después iban las obras de teatro, mayormente gauchescas como Juan Moreira, Hormiga Negra y otras», dijo en una entrevista a El Fénix digital.

Cuando inició su sueño, la inversión no dio para mucho: «Yo no tenía sillas, yo hice la carpa, pero le pedía a la gente que se trajera la silla de la casa. Y la gente venía, se llenaba todas las noches y eso que hacía frío, era pleno invierno… Al principio era yo solo y mi señora que hacía contorsiones. Cuando yo me fui al circo, estuve casi tres años y aprendí de todo. Aprendí a hacer trapecio, aprendí a hacer barras, hacía faquirismo, magia. El circo tenía un payaso y a mí me enloquecía hacer de payaso. Yo le hacía el segundo a él y ahí aprendí muchísimo. Y después no dejé más de pintarme la cara”. Durante más de tres décadas, el Circo Papelito fue llevando su alegría a cada pequeño pueblo o ciudad, se pudo ir mejorando las dimensiones de la carpa, pero siempre fue un circo humilde. «Yo no fui negociante de circo, yo fui artista de circo. Yo veía gente que no podía, que sabía que no le iba a alcanzar el dinero para pagar la entrada. Venía con cuatro, cinco chicos y bueno, pagá dos y entren todos. Fui así.»

Fuente: NR5