La capital de Corea del Sur, Seúl, vive un clima de creciente tensión ante la posible detención temporal del destituido presidente Yoon Suk-yeol. Desde hace días, cientos de sus seguidores se concentran en los alrededores de su residencia en el barrio de Hannam, generando enfrentamientos con las fuerzas del orden y un ambiente político cada vez más polarizado.

Orden de detención y resistencia de los seguidores
El organismo anticorrupción surcoreano obtuvo el martes una orden judicial para arrestar a Yoon tras ignorar tres citaciones para declarar sobre la controvertida ley marcial proclamada el 3 de diciembre. Sin embargo, su ejecución se encuentra trabada debido a la resistencia de los seguidores del presidente, quienes han bloqueado accesos e intentado impedir el ingreso de las autoridades.
En un mensaje difundido el miércoles, Yoon reiteró sus acusaciones de que Corea del Sur enfrenta una amenaza de fuerzas antiestatales pronorcoreanas y afirmó que luchará «hasta el final». Esta declaración ha avivado los ánimos de sus simpatizantes, quienes ondean banderas surcoreanas y estadounidenses, y portan pancartas en las que acusan al líder opositor Lee Jae-myung de ser un espía norcoreano.
Paralelismos con movimientos radicales internacionales
El lema «Stop the steal!» (¡Paren el robo!), popularizado por los seguidores de Donald Trump durante la toma del Capitolio en enero de 2021, se ha convertido en el grito de batalla de los partidarios de Yoon. Estos acusan que las elecciones legislativas de 2022, que consolidaron la mayoría liberal en el Parlamento y debilitaron al partido gobernante de Yoon, fueron amañadas.
Disputa legal por la orden de detención
Los abogados de Yoon han solicitado anular la orden de arresto, argumentando que solo la Fiscalía está facultada para solicitar este tipo de detención. Advirtieron además que el servicio de seguridad presidencial podría intervenir para arrestar a los agentes que intenten llevarse a Yoon, quien sería el primer presidente surcoreano en enfrentar una detención mientras aún ocupa el cargo.
De ser arrestado, las autoridades disponen de 48 horas para interrogarlo y evaluar si es necesario extender su detención. Mientras tanto, a Yoon se le ha prohibido abandonar el país.
Un futuro incierto
El presidente fue destituido el 14 de diciembre por el Parlamento debido a la proclamación de la ley marcial, una decisión que provocó tensiones internas y críticas internacionales. Actualmente, Yoon espera que el Tribunal Constitucional determine su futuro, con una resolución que podría llegar hasta junio.
Fuente: EFE.