El pehuajense Fernando Belasteguín, considerado el mejor jugador en la historia del pádel, cerró su ilustre carrera tras disputar su último partido en el Milano Premier Padel P1. Con 45 años, «Bela» dejó las canchas después de tres décadas llenas de títulos, récords y una constancia que lo mantuvo como el número uno del mundo durante 16 años consecutivos.
El último capítulo de su carrera se escribió en los octavos de final del torneo en Milán, donde junto a su joven compañero Tino Libaak, cayó frente a Javier Garrido y Lucas Bergamini con un marcador de 6-3 y 6-4. En un ambiente cargado de emoción, los rivales de Bela no pudieron contener las lágrimas, y el público en el Allianz Cloud le ofreció una ovación que resonó como homenaje a su legado.
«Tuve la suerte de cerrar mi carrera cuando yo lo decidí. Muchas veces el deporte te obliga a parar antes», expresó Belasteguín en su discurso de despedida. «Me voy tranquilo, dejando todo en la cancha como lo hice siempre».
Un legado incomparable
Fernando Belasteguín debutó en 1995 a los 15 años y acumuló 230 títulos en su carrera, destacándose los 155 trofeos que conquistó junto a Juan Martín Díaz, con quien dominó el pádel mundial por 13 años consecutivos. También compartió cancha con figuras como Sanyo Gutiérrez, Agustín Tapia y Arturo Coello, adaptándose a diferentes generaciones y estilos de juego.
A nivel de selecciones, Bela fue campeón mundial en dos ocasiones por parejas y ganó seis títulos por selecciones con Argentina (2002, 2004, 2006, 2014, 2016 y 2022).
Más allá del juego
Además de su éxito deportivo, Belasteguín fue testigo y protagonista de la transformación del pádel, desde un deporte emergente hasta consolidarse como fenómeno global. Su capacidad de adaptación y mentalidad competitiva lo mantuvieron vigente en una disciplina en constante evolución.