Especialistas del CONICET desarrollan vacuna contra el Chagas

Un equipo del CONICET, liderado por Emilio Malchiodi, recibió el Premio César Milstein 2023 a la Investigación en Biotecnología con Impacto en la Salud por desarrollar CRUZIVAX, un proyecto de vacuna profiláctica y terapéutica contra la enfermedad de Chagas. Este avance tiene el respaldo de la Comunidad Económica Europea, que destinó 8,4 millones de euros al proyecto, y cuenta con la colaboración de diez grupos de investigación de siete países de Europa.

La enfermedad de Chagas, causada por el parásito Trypanosoma cruzi, afecta principalmente a América Latina, donde se estima que hay entre 7 y 10 millones de personas infectadas, con más de 10.000 muertes al año. En Argentina, unas 1,3 millones de personas padecen esta enfermedad, y cerca de 1.000 bebés al año la contraen de manera congénita.

El Chagas se transmite mayoritariamente por la vinchuca, pero también por transfusiones de sangre, trasplantes de órganos y alimentos contaminados. Aunque existen tratamientos como el benznidazol y el nifurtimox, su efectividad es limitada en la etapa crónica, en la que el parásito se refugia en los tejidos musculares. Esto subraya la necesidad de una vacuna, ya que actualmente no existen opciones aprobadas para prevenir o tratar esta enfermedad.

Una vacuna innovadora con enfoque nacional

CRUZIVAX, que comenzó en 2019, busca desarrollar una solución que no solo prevenga nuevas infecciones, sino que también trate a quienes ya conviven con el parásito. “Es muy importante desarrollar esta vacuna desde Argentina, porque se trata de una enfermedad olvidada que afecta principalmente a sectores vulnerables, y no atrae la inversión privada necesaria para su desarrollo”, destacó Malchiodi, director del Instituto de Estudios de la Inmunidad Humoral Prof. Dr. Ricardo A. Margni (IDEHU, CONICET-UBA).

La vacuna emplea un antígeno quimérico, llamado Traspaína, que combina tres proteínas esenciales del parásito. Esta estrategia ataca al T. cruzi desde tres frentes distintos, dificultando su supervivencia y reduciendo costos en un 33% en comparación con el uso de proteínas separadas. La vacuna también incluye un adyuvante de última generación (CDA), que permite su administración como un spray nasal, una vía que, según Malchiodi, favorece su aceptación frente a la inyectable.

Avances y pruebas preclínicas

Actualmente, el proyecto está en etapa preclínica, con pruebas en ratones, perros y monos. Los estudios realizados en ratones ya han mostrado resultados exitosos, y se espera que la vacuna esté lista para ensayos clínicos en humanos dentro de los próximos dos años.

El desarrollo también cumple con estándares internacionales de buenas prácticas de laboratorio y manufactura, lo que garantiza su calidad y seguridad. Además, el spray nasal mejora la accesibilidad y aceptación, facilitando su futura implementación en zonas rurales y urbanas.

Un paso adelante en la lucha contra el Chagas

El impacto de CRUZIVAX podría ser significativo, especialmente en América Latina, donde se concentran la mayoría de los casos. Esta vacuna no solo contribuirá a reducir la transmisión del parásito, sino que también mejorará la calidad de vida de quienes ya padecen la enfermedad. Según Malchiodi, “si no nos ocupamos nosotros, probablemente no se ocupe nadie”.

Premio y reconocimiento

El proyecto no solo fue reconocido por su innovación, sino también por su enfoque en una problemática de salud pública olvidada. El Premio César Milstein destaca la importancia de la biotecnología en la mejora de la salud global, posicionando a Argentina como un referente en la investigación científica.

Fuente: La Plata Data.