El empresario anunció su salida del Ejecutivo tras cuestionar el nuevo plan fiscal del presidente, pero aseguró que seguirá colaborando con el polémico programa DOGE.
El magnate tecnológico Elon Musk confirmó su salida del gobierno de Estados Unidos, decisión que llega justo un día después de lanzar duras críticas contra el nuevo plan fiscal del presidente Donald Trump, al que calificó como un riesgo para el déficit público. No obstante, el vínculo entre ambos parece seguir intacto: Musk continuará como asesor informal del mandatario y aseguró que mantendrá su apoyo al equipo del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
La salida fue oficializada este jueves, pero Trump organizó este viernes un acto de despedida en la Casa Blanca, donde desbordaron los elogios hacia el empresario. “Es uno de los líderes empresariales e innovadores más grandes que el mundo haya dado”, declaró el presidente desde el Despacho Oval.
“Elon no se va del todo”, aseguró Trump
Durante el evento, Trump agradeció a Musk su rol como uno de los impulsores de una ambiciosa reforma estatal y dejó abierta la puerta a futuras colaboraciones: “Elon realmente no se va. DOGE es su bebé. Tengo la sensación de que va a seguir haciendo muchas cosas”, afirmó el mandatario.
El presidente también destacó el rol del empresario al frente del programa DOGE, desde donde se promovieron cierres de agencias públicas y recortes de gasto que, según datos oficiales del organismo, representaron un ahorro de 175 mil millones de dólares en el presupuesto federal.
En tono más informal, Musk —vestido con su habitual indumentaria negra y luciendo un moretón en el ojo que atribuyó a un accidente jugando con su hijo— reafirmó su compromiso con el gobierno: “Seguiré visitando la Casa Blanca y seré amigo y asesor del presidente”.
Tensión por el plan fiscal de Trump
La salida de Musk se produce apenas 24 horas después de que criticara duramente el nuevo plan fiscal del presidente, asegurando que podría “aumentar el déficit público” y “poner en riesgo el trabajo de racionalización estatal” que impulsaba DOGE. El paquete fiscal incluye fuertes reducciones impositivas para las empresas, una medida celebrada por el ala más conservadora del partido republicano, pero cuestionada por sectores técnicos que advierten sobre su impacto en las cuentas públicas.
Denuncias sobre consumo de drogas
El acto de despedida también estuvo atravesado por una polémica revelación del diario The New York Times. Según el medio, Musk habría consumido drogas “de forma mucho más intensa de lo que se sabía” durante la última campaña electoral. El artículo cita fuentes anónimas que mencionan el uso de éxtasis, hongos psicodélicos, Adderall y ketamina, esta última en cantidades que habrían afectado su salud.
Musk desestimó la denuncia con ironía: “¿Es la misma publicación que ganó un Pulitzer por información falsa sobre el Rusiagate? ¡Creo que sí!”, dijo, antes de cambiar de tema y dar paso a otra pregunta.
Una relación que continúa
Pese a su salida formal, Musk seguirá en contacto con el equipo de DOGE y con la Casa Blanca. En palabras del propio empresario, el organismo continúa trabajando “para recortar un billón de dólares de despilfarro”, y su intención es seguir colaborando desde el ámbito privado.
Con su figura polarizadora, Elon Musk se despide de la función pública, pero no de la política. Su rol como actor de peso en el gobierno de Trump —y como uno de sus principales respaldos empresariales— parece lejos de concluir.
Fuente: Página 12.