Alerta soja: advierten que el país podría perder u$s5.000 por año

Mientras la producción mundial de soja sigue en ascenso, impulsada por Brasil y Estados Unidos, Argentina enfrenta un preocupante estancamiento en su principal fuente de divisas. Según un informe elaborado por el consultor Javier Preciado Patiño para la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja), la falta de medidas para fortalecer la competitividad del sector podría derivar en una pérdida de hasta u$s5.000 millones anuales, afectando tanto la economía nacional como el empleo en la industria agroexportadora.

Competencia global y desventajas locales

El informe revela que, mientras la producción global de soja creció un 59% entre 2012 y 2024, Argentina se mantuvo estancada en torno a los 50 millones de toneladas, perdiendo participación en el mercado mundial. En contraste:

  • Brasil duplicó su producción y pasó del 31% al 40% de la participación global.
  • Estados Unidos creció un 44%, con una ligera caída en su participación del 31% al 28%.
  • Argentina, en cambio, pasó de representar el 18% al 12% de la producción global.

Una de las principales razones del retroceso argentino radica en la alta carga tributaria del sector. Actualmente, los derechos de exportación (DEX) para la soja alcanzan el 26%, mientras que el maíz y el trigo tributan 9,5%, una diferencia que afecta la rentabilidad de los productores y desincentiva la inversión en la cadena sojera.

A esto se suma la política de biocombustibles de EE.UU., que ofrece subsidios y créditos a largo plazo para fomentar la molienda de soja. Gracias a estas medidas, la industria estadounidense ha incrementado su producción de harina de soja y consolidado su presencia en mercados clave como el sudeste asiático, desplazando a Argentina.

Medidas urgentes para revertir la crisis

Según Patiño, la situación actual exige decisiones políticas inmediatas para evitar un colapso en la industria de molienda y la pérdida de empleos en el sector. Entre las soluciones planteadas, se destacan:

  • Aumento del corte de biodiésel en el mercado interno: Esto ayudaría a reducir la oferta global de aceite de soja, elevando su precio y mejorando la rentabilidad del sector.
  • Reducción de retenciones a la soja: Equiparar el tributo con el del maíz y trigo permitiría mayor competitividad y estimularía la producción.
  • Mejoras en la infraestructura logística: Optimizar el dragado de la Hidrovía Paraná-Paraguay facilitaría el transporte y la exportación.
  • Incentivos fiscales para el uso de semillas certificadas y fertilizantes, reduciendo costos de producción.

Peligro para la industria y el empleo

La falta de medidas concretas podría provocar un desplazamiento del liderazgo argentino en la exportación de harina y aceite de soja. Se estima que hasta 40.000 empleos directos están en riesgo, principalmente en las plantas de molienda ubicadas en el Gran Rosario, muchas de las cuales podrían cerrar o pasar a manos de empresas extranjeras con mayor acceso a financiamiento.

El sector agroindustrial ha sido históricamente un pilar fundamental de la economía argentina. Sin embargo, la combinación de políticas impositivas desfavorables, falta de incentivos y competencia global amenaza su estabilidad. La decisión de cambiar esta tendencia está en manos del Gobierno y los actores del mercado, que insisten en la necesidad de medidas urgentes para recuperar la competitividad y evitar el declive de una de las principales fuentes de divisas del país.

Fuente: Ámbito.