El desembolso forma parte del acuerdo de Facilidades Extendidas y servirá para reforzar reservas. El organismo flexibilizó metas, pero advirtió por el bajo nivel de divisas y el déficit externo.

El Gobierno nacional recibirá este lunes un nuevo desembolso por u$s2.000 millones del Fondo Monetario Internacional (FMI), correspondiente al acuerdo de Facilidades Extendidas (EFF) firmado en abril. La mayor parte del dinero se destinará a apuntalar las reservas internacionales y a cumplir compromisos de deuda con el propio organismo.
Apenas se concrete la transferencia, el Tesoro deberá abonar u$s824 millones en concepto de intereses y comisiones, lo que implica que el 41% del desembolso saldrá de inmediato para cancelar obligaciones con el Fondo.
Con este segundo giro, el FMI habrá transferido u$s14.000 millones de los u$s20.000 millones previstos en el acuerdo. Este flujo de divisas resultó clave para frenar la caída de reservas y estabilizar el esquema cambiario, a cambio de compromisos como el fin del deslizamiento controlado del dólar al 1% mensual, la apertura parcial del cepo y la adopción de una banda de flotación entre $1.000 y $1.400 por dólar.
Reservas: alivio parcial y meta incumplida
Pese al ingreso de divisas, el FMI confirmó que la Argentina no cumplió la meta de acumulación de reservas netas para el segundo trimestre. A fines de junio, el saldo se ubicaba en u$s4.700 millones negativos, lejos del objetivo de -u$s1.100 millones.
Por ese motivo, el Fondo redujo la meta en u$s5.000 millones y acordó con el Gobierno espaciar las revisiones, que pasarán a ser semestrales en lugar de trimestrales. La decisión busca dar margen en un contexto marcado por presiones cambiarias, fuertes subas de tasas y un dólar que llegó a tocar los $1.380 a mediados de julio.
Advertencia por el déficit externo
El informe técnico del organismo también alertó sobre el deterioro de la cuenta corriente, que cerraría 2025 con un déficit estimado de u$s11.800 millones (1,7% del PBI), frente al 0,4% registrado en 2024.
El FMI atribuye esta dinámica a la apertura del cepo y la liberalización de importaciones, que provocaron un fuerte incremento en la demanda de divisas. Aunque en junio se registró una leve caída del 3% mensual en las compras externas, el organismo cree que el superávit comercial se está reduciendo rápidamente por el mayor dinamismo de la economía y una moneda todavía fuerte.
Política monetaria: pedido de firmeza
La directora del FMI, Kristalina Georgieva, insistió en que el Banco Central mantenga condiciones monetarias contractivas para sostener el proceso de desinflación y garantizar la remonetización de la economía.
El organismo recomendó, además, mejorar el marco de política monetaria para reducir la volatilidad de tasas y generar un entorno macroeconómico más previsible. También pidió que la autoridad monetaria acumule divisas de forma anticipada, siguiendo el ejemplo de países como Chile, Colombia o México.
Fuente: Ámbito.