Las retenciones ya habían caído en septiembre, cuando la alícuota del impuesto sobre la soja fue llevada temporalmente a cero, pero en octubre se profundizó la tendencia por el registro de menos exportaciones.

En octubre, la recaudación por derechos de exportación alcanzó un nuevo mínimo, hasta un monto equivalente a 179 millones de dólares. Hay que remontarse a marzo de 2018 para encontrar una cifra semejantemente baja. El cálculo fue realizado por Javier Preciado Patiño, especialista en agro-negocios y director de RIA Consultores, quien advirtió que el monto de las retenciones ya había caído en septiembre, cuando la alícuota del impuesto sobre la soja fue llevada temporalmente a cero, pero en octubre se profundizó la tendencia por el registro de menos exportaciones (el grueso se liquidó en septiembre). En el noveno mes se recaudó por retenciones menos de 500 millones de dólares, cifra que empeoró en octubre.
El 10 de septiembre, el Gobierno dispuso la eliminación temporal de las retenciones al poroto de soja con el objetivo de acelerar las exportaciones y reforzar la oferta de dólares en un mercado cambiario convulsionado tras el resultado electoral en la provincia de Buenos Aires y las inconsistencias de la política monetaria oficial. Esos dólares se mostraron luego insuficientes y se complementaron con préstamos directos de Estados Unidos, swaps e intervenciones del Tesoro y el Banco Central para contener el precio del dólar. El impacto sobre la recaudación por retenciones no tardó en aparecer.
Al comparar la masa de retenciones pagadas con el volumen de las exportaciones agrícolas en septiembre, la alícuota cero para la soja llevó ese ratio a apenas el 6 por ciento del total exportado, un piso histórico. En octubre, en cambio, el indicador trepó al 16 por ciento. Esto muestra —según Preciado Patiño— que la mayor parte de la recaudación provino de las ventas externas de maíz, que tributa 9,5 por ciento, mientras que la soja quedó relegada como fuente de recursos.
De cara a noviembre, el consultor no prevé cambios significativos en este frente: se anticipan ventas débiles de soja y el inicio de la liquidación de la cosecha de trigo, que también paga una alícuota del 9,5 por ciento. Así, el Gobierno se presta a reabrir la discusión parlamentaria por el Presupuesto 2026 con un flanco débil: la caída en los ingresos fiscales producto de una menor recaudación por retenciones. Esa merma expone las prioridades del oficialismo, que no duda en ajustar el gasto público mientras reduce impuestos; en este caso, las retenciones, impulsado por la necesidad de obtener dólares.
En relación con la liquidación de la cosecha, un artículo previo recogió las proyecciones del consultor sobre la caída esperada para el período octubre-marzo: un tramo previo a la cosecha gruesa y con escaso volumen de soja pendiente de exportación, luego de la liquidación récord de septiembre. Según sus estimaciones, las exportaciones se reducirían entre 3.000 y 5.500 millones de dólares en esos meses, un escenario que anticipa dificultades para el Gobierno tanto en términos de recaudación como de tensión cambiaria.
Datos de la recaudación
“En octubre de 2025, por la eliminación temporal al sector agropecuario, la recaudación de derechos de exportación tendría el menor valor para dicho mes desde la reintroducción del impuesto en 2002”, sostiene un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf) en línea con el análisis aquí presentado.
Si se mira la recaudación tributaria nacional, en octubre habría descendido un 3,6 por ciento real interanual, según la misma fuente, acusando especialmente el impacto de la eliminación del impuesto PAIS. Sin contemplar ese cambio, la variación real interanual habría sido positiva por 1 por ciento. Otros impuestos que empujaron a la baja la recaudación nacional fueron Bienes Personales, con una merma del 67,8 por ciento real interanual, y los derechos de exportación, con una pérdida del 66 por ciento en igual comparación.
Por el contrario, los tributos de mayor aumento real fueron los derechos de importación con 44 por ciento de aumento; seguido por el impuesto a los combustibles con 25,2 por ciento y Ganancias con 13,2 por ciento, según el Iaraf. Estas variaciones fueron calculadas utilizando como supuesto una inflación mensual del 2,3 por ciento en octubre.
La recaudación tributaria nacional acumulada en los primeros diez meses del año, fue igual en términos reales respecto al mismo periodo del año 2024. Si no se considera la recaudación de impuesto PAIS, la recaudación aumentó un 6 por ciento. De cara a 2026 será necesario que esta trayectoria no se revierta de modo que el Gobierno no vea la necesidad de empujar más recortes sobre los gastos para mantener el tan ansiado superávit fiscal.
Fuente: P12