Las intensas lluvias de las últimas 48 horas trajeron alivio al norte de la provincia de Buenos Aires, con registros que en algunas localidades superaron los 100 milímetros. Luego de una ola de calor extrema que generó preocupación en el sector agropecuario, estas precipitaciones llegan en un momento clave para la recuperación de soja y maíz, aunque los especialistas advierten que todavía se necesitan más aportes hídricos en las próximas semanas.
Lluvias clave para los cultivos
La región núcleo, que comprende el norte bonaerense, el sur de Santa Fe y el este de Córdoba, venía atravesando un déficit de precipitaciones significativo. La combinación de altas temperaturas—que llegaron a superar los 40°C—y la falta de humedad en el suelo afectó severamente los cultivos, especialmente la soja de segunda.
En este contexto, las lluvias registradas en el norte bonaerense representaron un cambio positivo en la situación. Según datos recopilados en diferentes localidades, los acumulados más destacados fueron:
- Colón: 170 mm
- Rojas: 130 mm
- Pergamino: 115 mm
- Arroyo Dulce: 90 mm
- Arrecifes: 80 mm
- Salto: 60 mm
- Pérez Millán: 65 mm
- San Pedro: 50 mm
- Lincoln: 40 mm
- General Villegas: 44 mm
- Chivilcoy: 30 mm
Un alivio parcial en medio de la incertidumbre
El jefe de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Comercio de Rosario, Cristian Russo, explicó que estas lluvias llegan en un momento crítico para la soja, especialmente en las zonas donde los lotes de segunda ya mostraban pérdidas significativas. “Esta recarga de humedad es fundamental para sostener el rendimiento de los cultivos, pero sigue siendo necesario que las lluvias continúen en febrero para consolidar la recuperación”, advirtió.
El impacto positivo también se refleja en la humedad del suelo, lo que podría favorecer nuevas precipitaciones en los próximos días. Sin embargo, desde la BCR alertan que, aunque estas lluvias ayudan a estabilizar la situación, todavía no alcanzan para revertir completamente el daño generado por el calor extremo de semanas anteriores.
El fenómeno climático detrás de las lluvias
El evento climático que permitió la llegada de estas precipitaciones se debió a un choque térmico entre el calor extremo y un frente frío, lo que generó tormentas más intensas de lo previsto.
- Temperaturas previas superiores a 40°C en varias zonas.
- Ingreso de un frente frío, que provocó un descenso abrupto de más de 20°C en pocas horas.
- Tormentas con precipitaciones más homogéneas y de mayor volumen en comparación con eventos anteriores.
Este contraste térmico favoreció una distribución más pareja de las lluvias en toda la región núcleo, lo que mejora las perspectivas para la recuperación de los cultivos.
Expectativas para las próximas semanas
Si bien la llegada de estas lluvias fue una buena noticia para el campo, la incertidumbre persiste. Para lograr una recuperación total en los cultivos de soja y maíz, será clave que las precipitaciones continúen en febrero.
Los productores del norte bonaerense mantienen la expectativa de nuevas lluvias en el corto plazo, aunque las proyecciones climáticas indican que el patrón de precipitaciones seguirá siendo irregular. Mientras tanto, el sector agropecuario sigue de cerca la evolución del clima, con la esperanza de que este alivio se transforme en una mejora sostenida para la producción.
Fuente: Infocampo.