De América a la Fe en Balcarce: el testimonio de Juan Milani

El exvecino de América, conocido por su humor y su amor por la música, relata cómo una profunda crisis personal y la pandemia lo llevaron a encontrar un nuevo camino en la fe, convirtiendo su historia en un mensaje de esperanza y conciencia sobre la salud mental.

Juan Milani, exvecino de América, se ha convertido en un referente de fe y resiliencia en Balcarce, ciudad donde reside hace siete años. En diálogo con Punto y Aparte, Milani detalló su trayectoria, desde su vida en Rivadavia hasta la actualidad, revelando cómo superó una severa depresión.

El amor que desencadenó un cambio de vida

Milani explicó que su traslado a Balcarce, hace siete años, fue motivado «por amor». Conoció a su actual esposa, Micaela, el día antes de que su famoso video imitando un muñeco inflable en la plaza se volviera viral junto a su hermano Nicolas. Ese encuentro fue un «flechazo» que continuó por mensajes después de las vacaciones. Actualmente, llevan siete años de relación y dos años de casados.

En Balcarce, Milani trabaja hace dos años como asesor comercial para la empresa de la familia Ciantini, la cual se dedica a la fabricación de la «mejor papa super congelada del país», y también se ha expandido a frutas, verduras congeladas y hamburguesas. Milani destacó que Ciantini es una marca que llega a grandes cadenas y que sus dueños están ligados al Turismo Carretera.

La depresión disfrazada

A pesar de ser conocido en América como una persona «muy extrovertida, muy divertido» que siempre se caracterizó por hacer reír a la gente, Milani atravesó una «depresión muy grande» de la cual no se dio cuenta en su momento. Cree que esta situación comenzó alrededor de 2015 o 2016, pero solo se hizo consciente al «tocar fondo».

La crisis se agudizó fuertemente cuando se mudó a Balcarce, ya que, al poco tiempo, empezó la pandemia. Estuvo nueve meses encerrado sin poder viajar a América para ver a su hijo y a sus viejos, lo cual «recayó muy fuerte» en él.

Milani advirtió que la depresión no se manifiesta siempre como una persona triste y encerrada, sino que «sonríe, se disfraza de jodas, se disfraza de… borrachera en borrachera» y también de consumo de drogas, que «anestesia la realidad por un segundo». Confesó que en ese pozo, las comparaciones con la vida de otros lo llevaban a bucles de pensamiento autodestructivos, sintiendo que su vida era «un asco, que no valía nada».

La última opción que resultó ser el camino

Milani contó que buscó «absolutamente todas las salidas», pero encontró la solución definitiva a través de Jesús. Su esposa, Micaela, proviene de una familia de creyentes. Él reconoció su situación y tuvo un «llamado» a través de un sueño, donde Dios le mostró que la única solución era Él.

Aunque Milani no recurrió a un tratamiento con un psicólogo o especialista (aunque afirma estar totalmente de acuerdo con los profesionales), considera que Dios a veces «permite desiertos fuertes en la vida para entender que el único recurso es él». La iglesia fue su «última opción», y esa verdad que conoció fue la que lo «libertó».

Hoy, Milani se define como un «Juan después de Cristo,» distinto al que se fue de América hace siete años. Es cabeza de familia, está felizmente casado, y siente que tiene más herramientas para ser padre, hijo y hermano.

Servicio comunitario y conciencia social

Actualmente, Milani sirve de forma activa en una iglesia evangélica cristiana en Balcarce. Debido a su pasión por la música, es director de alabanza y también trabaja junto a su esposa en la escuelita dominical. Recientemente, se le permitió predicar.

Además, lidera un grupo de 26 hombres donde abordan problemáticas y adicciones que van más allá del alcohol y las drogas, como la adicción a las redes sociales, al teléfono y a la pornografía, un tema que considera «increíble lo que se está viviendo hoy por hoy».

Milani enfatizó que su propósito al compartir su historia, incluso en redes sociales, no es por los likes o seguidores, sino porque si su testimonio le «cambia el día a una sola persona» es más que suficiente. Instó a la comunidad a tomar conciencia sobre la salud mental y a escuchar activamente a quienes se están «cortando solo» o evitan el contacto social, ya que es un «modo de alerta» para prevenir tragedias.

Milani concluyó su entrevista agradeciendo el apoyo incondicional de su familia y reafirmando que no hay que tener miedo a las aflicciones, pues la palabra dice que «en el mundo tendrán aflicciones, pero no tengan porque yo he vencido al mundo».

«El Juan que se fue a América hace 7 años es un Juan antes de Cristo y el Juan con el que hoy eh yo tengo la posibilidad de hablar con vos y vos conmigo es el Juan después de Cristo».

Fuente: Rivadavia Online

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